sábado, 18 de julio de 2020

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viernes, 17 de julio de 2020

Selva Virgen

Pensé que ya lo había percibido todo. Todo con mis sentidos. Todo con mi piel.

Pero… me tomaste de las manos y me trajiste aquí. A esta selva gigante.

Yo, pequeño soy, me hago más humilde con la inmensidad de esta llanura.

Y con la infinita planicie de tu alma.

Y… con el tiempo que ahora es mi aliado.

Y con tus besos que ya no son robados.

Madre naturaleza. Ahora te conozco de verdad.

Me ha traído tu hija: la inmensa libertad.

La belleza interna. Las caderas inquietas. Los ojos grandes. Labios que son ahora míos.

Cambié mi vida por una invitación. A este mundo verde.

Plantas amigas mías. Son testigos de mi nuevo descubrimiento.

De tu inmenso cariño. De tus buenos días. Que vinieron después de unas apasionadas buenas noches.

Me tienes de invitado en tu reino.  Donde las flores tienen tu mismo ritmo.

 

NO sabes cuánto me fascina la forma en que aquí me tratas.

¿Qué más puedo pedir? Paisaje natural, nuevo ambiente. Tus visitas a mi suelo. ¡Qué irresistible combinación!

NO me pellizques que no me interesa la diferencia entre sueño y realidad.

No me importa. Con tal de que siga existiendo este escenario. Hacia donde me has traído.

 

Me cuesta respetar los límites que tú me impones.

Pero al final hago lo que me pides, y sólo respondo a tu llegada a mí.

NO me creo todavía todo esto. Porque esto es prácticamente es algo irreal. 

 


Confusión

Pensé que sólo pasaba en las películas, donde la casualidad trae confusión

Donde los malentendidos son frecuentes

Donde la coincidencia era mortal

Pero ¿Qué hago yo en este mundo, donde la sinceridad era algo raro, pero las cosas me salían bien?

Llegó el viento y se llevó todo: felicidad, seguridad y justicia,

Y también una caja de Corn Flakes.

Dónde están las Hadas madrinas de los cuentos,

Las que te ayudan a cambiar la situación.

Dónde están esas viejas malditas,

Dónde está la lógica y la razón.

 

Desde el momento en que te vi, miré hacia atrás, y vi que caminé mucho.

Que mi recorrido fue largo, y entonces mi experiencia había crecido.

Ya no era el niño mimado y consentido.    Ya no era el adolescente que tenía todo.

Ya no recibía todo en bandeja…. Pero el que siempre estaba solo.

 

Te vi y en tus ojos pude ver que he cambiado.

No eres el mesías. Es sólo que mucho tiempo ha pasado.

Y entonces caminé con seguridad en el mundo,

Al ver que mis heridas habían sanado.

Pero que desgracia la mía, y la de todos los ilusos.

La peor desgracia del hombre, el no saber que se está desnudo.

 

Me cuesta explicarlo a pesar de que estoy escribiendo versos.

Me cuesta comunicarme contigo porque ahora veo que las cosas siguen iguales.

Era torpe y lo sabía.

Ahora soy torpe e ignorante.  Iluso soy.  Soñado, edulcorado, caminando sobre arcoíris, viviendo en castillos de arena.

Idiota lleno de crema batida , con una cereza en mi nariz.

 

Cómo te lo digo…  Bueno, supón que antes era un delincuente

Y el destino no me castigaba, más bien cuidaba de mí.

Imagina que ahora estoy reformado.

Que quiero pagar por todo lo que quiero.  Que respeto hasta las señales de tránsito.

Que me acerco sutil hacia ti.

Pues me había relajado con todo.  Porque antes le era esquivo a la espontaneidad.

 

Maníaco compulsivo. El que ordenaba todo.

El que planifica mucho, el obstinado pero feliz.

Ahora que  yo actúo sin un plan  estoy preso en un laberinto.

Estoy en la cima de la torre de Babel.

No me entiende nadie, y a nadie le parezco honesto.

Cada vez que camino derecho me dicen desgarbado.

Cada vez que alzo la frente, me están abucheando.

 

Y allí estás tú.

Eres tierna. Eres bella.

Pero no entro en ti.  Es decir… No logro moverme con soltura…    No siento que estoy aquí.

Cada palabra animada, se convierte en vulgar sonido.  Cada apertura de mi alma se transforma en horno que te quema las manos.

 

Por favor, no pienses que esto es una queja.

No veas este escrito como el desahogo de un resentido.

Esto es más bien una declaración de que es injusto lo que ha pasado.

Que me malentiendas, que todo me salga mal. Y que pienses mal de mí.

De verdad que todo esto es una locura.

No forje nada. No te busqué como un depravado, no me obsesioné por ti.

Y tú estás pensando mal.

 

Sólo te pido que olvides todo.  Todo lo que ha pasado hasta aquí.

Olvídame y vete.

Por favor márchate. Pero no porque te haré daño… Sino porque quiero empezar desde cero.

 

Pero no te vayas tan lejos. Por favor no te vayas de aquí.

Vete ahorita a un rincón, donde puedas meditar.

Regresa el tiempo atrás. Olvídate de mí.

Olvídate que me conoces. Y si quieres sólo deja en tu mente que nos saludamos.

Que salimos y tomamos al aire libre.

 

Por favor, regresa el tiempo. ¡Anda! ¡Yo sé que puedes!

Si volaste y nadaste aunque sea un poquito en mis poemas… Entonces, borra todo, puede ser hasta donde quieras.

 

También puedes hacer algo, deja todo como está.

Pero imagina que soy adolescente, que soy un niño solo.

Ven y tómame de la mano.

Ven y mírame fijamente a los ojos.

Toca mi pelo, toma mi mano, sonríe conmigo y…

Cierra los ojos.

Relájate y despierta.

 

Yo morí en ese sueño. Levántate de la cama, y ve a trabajar.

Ve, que se hace tarde.

Yo sé que estás aturdida y hasta  sudada.

 

 

 


Contrabando

En Estos días quise escribir…

No las más gloriosas oraciones, que salen de diversos corazones que habitan en los enamorados

Sólo estuve apiñado entre mente seria y razón, argumentando la desazón de anteriores experiencias.

Quise escribir eso sí, de serios análisis… De afirmaciones vorágines sobre la mente y sus misterios.

Quise hacer más llevadero el signo de interrogación que está sobre mi cabeza.

 

Pero no se qué pasó, que de inmediato hubo un cambio en mi atención.

Vi de cerca la ensoñación de tus claros ojitos.

Al principio no les hice caso, como buen disciplinado.

Pero al final me avergüenzo de no ser sincero conmigo mismo.

De ocultar lo que siento.

De frenar las olas con mis pensamientos. De cerrar los ojos a tus cabellos que observo aquí sentado.

 

Este amor prohibido me ha enajenado.

Con algo de dolor lo admito… con cierto orgullo me remito…

A las pruebas anteriores, de que nuestros ojos son cordones, que se enredan cuando se encuentran.

No siempre porque te alejas, aunque tú fuego no me quema.

Y aún sin embargo, le tengo miedo, a él… a tus cabellos que ya veo entrelazados en mis manos.

 

Piel suave sienten mis ojos, más aún nunca te he tocado.

Sonrisa traviesa, tierna y sincera también me ha ensimismado.

Pereza disciplina la mía en estos momentos…

En el que el sol no calienta…    La noche no atemoriza…

Pero tus ojos me cobijan… y me hacen más malcriado…

 

Y entonces todas las hadas del bosque se acercan a mi cama…

Me susurran al oído…

Me recuerdan…  Que tú ya te has dado cuenta…

De que a veces sueño contigo.    De que cada día sólo quiero no verte… Para no privarme…

Para no castigarme con lo que me abstengo.

Y toda mi cabeza el resto de la tarde… se hace lava ardiente y luego ceniza de incendio…

 

Y es que sabes lo que sucede.   Sabes… o bien lo presientes.

Sabes, y se te endulzan los labios cuando suspiras.

Sabes que te compete…lo que aquí escribo… y cuando suspiras a veces…

Y recuerda: me doy cuenta cuando tu mirada se centra en mí…

 Aunque si bien de contrabando se luce cuando aparece, va y viene de repente como cual ratoncito valiente…

 

Si acaso un fuerte frío te despierta en la noche…   Y te dice: “tú le gustas… El te quiere…”

Que conste que lo primero que quería que supieras…  Es que te respeto y siempre estaré frente a ti como guardián de tu dignidad.

 

Por cierto que me asaltan otra vez la desdicha, el miedo y la pasión.

La desdicha en forma de incertidumbre…   Por no poseerte… por no tocarte.

Pero también por cómo reaccionarás tú y las circunstancias.

 

Déjame ser más sincero contigo.       Lucho todos los días con una bestia de dos cabezas…

Una cabeza es la incapacidad de hacer algo que te pueda ofender o lastimar…

¡¡Y por lo tanto su peligro está en que no pase nada!!

La otra cabeza… menos  horrenda, representa…  lo que al final sucederá…

Que yo decida contártelo todo… Claro, cuando sea el mejor momento.

En todo caso, yo te advierto…. Que quiero lo mejor para ti…

Sé que te gusto, pero sin embargo, en el futuro puedes no estar esperándome. Eso lo pienso.

 

Pero no hablemos más de tristezas que el destino quizás causará.

Hablemos del presente donde tú me miras, mientras que escribo aquí detrás.

Estoy tratando de concentrarme en lo que disfruto día a día…

Tu juventud, tu alegría, la jovialidad marcada con tu nombre.

Dime por favor quien más permanece incólume de pie aplaudiendo en silencio…

Tú belleza y mi celo de protegerte… En cuanto a esto último pareceré charlatán…

¿Yo protector de un alma que ni siquiera me ha elegido?…

Como servidor de alto estilo… tomándote siempre del brazo…

Pero por su puesto mi princesa… Yo vivo en los sueños cuando te pienso…

Y sí tú reinas en ellos cuando me recuerdas… pues lo material no cuenta…

Es importante eso sí la mirada con qué me enfrentas…

La sutileza de tú cariño…  La suave sonrisa que me regalas…

Poderosa doncella que me reta…   Humilde mirada la que te espera…

Cuando un beso nuestro sea llamas.

 

Un amor de contrabando es ese… discreto, escondido pero no de mal gusto.

Un ronronear de arbustos en un jardín prestado.

Un amor de contrabando es ese que no se ha develado todavía…

Pero es obvio, insolente y descarado… como tus ojos y los míos… como la musiquita andando.

Música clásica como los amores de antaño. Porque tú eres de verdad un regalo…

Regalo clásico, especial y a la vez cabizbajo… es que tu presencia también es… de contrabando.

 

Y si el contrabando burló la prohibición de libros que hablaban de libertad en una época de ignorancia.

La mercancía que yo vengo ofreciendo es amor retardado… con retroactivo… y con agregados.

Con un poco de madurez encima… pero con la ilusión de un niñato.

Por cierto que yo soy muy joven todavía…

Para todo lo que está pasando…

Para tú primera vez…

Para mí que estoy adelantando…

 

En el hechizo que me lanzaste, sólo soy duro de la piel hacia abajo.

Pero soy como tú… igualito… adolescente encarnado…

Si no me crees… cuando llegue el momento… ábreme para que veas mi alma iluminando…

Tú linda carita…   y tú suave piel…

 

…de contrabando.


Sé que Mientes

¿Cómo logro decirte con delicadeza que te descubrí?

Que eres otra mona tiesa

Que no eres exclusiva en nada, que leí en tus labios: te mentí

No sé de qué me estoy perdiendo. De una fiesta aburrida, de una película que ya vi.

Repetida así tú eres. Devuelta de  mi oscura conciencia… negra y febril

Creo que no debo hablarte

Creo que es la última vez

Creo, sin miedo a equivocarme, que soy mejor persona… si me alejo de ti.

No soy un ser superdotado. No soy creyente. No soy mejor cosa que mis parientes.

Pero soy alguien que espera ser feliz. Espera que tú te esfumes.

Para abrazar a la verdadera, Para ver a la que hay detrás de ti.

 

Debería no escribir más nada, pues alguien descubriría a la que rompió el record.

Sonaría más a fama tu hazaña. Olería más a rosas tu desvergüenza.

Aunque yo sentiría como una lagaña, tan solo un recuerdo de ti.

Eres reencarnada y repetida, eres capullo de maldad.

No eres bella por dentro. Estas podrida y sin alma. Creo que hay más decir.

Yo creo además tenerte, como lo más aberrante, como lo más sutil.

Sutil de lo que es mal gusto, Sutil y extremo a la vez.

 

Pero seamos sinceros, seamos claros y buenos.

Diremos todo en un solo día. Gritemos que todo apesta. Alcemos la voz entre serenos.

Ponte al día con tu conciencia. Pon tu cara a remojar.

Pon la mejilla a un lado. Y en media vuelta vendrán desalmados…

A no dejarte dormir. A maldecirte. A hacerte sonidos raros. A verte exprimir.

 

Lástima siento algunas veces. Y entre odios la veo caminar.

Junto con la molestia del día: el no poderte todavía olvidar

Hazte de una vez estatua. Vete en un mal sueño o pesadilla. Vete ahora mismo fulana

Que desde que yo tengo memoria, soy yo el inmortal, pero el desangrado estelar.

Vete quimera. Vete ahora mismo. Vete con la lluvia.

Que ella lave tu cínica cara. Que ella descubra tú culpa encapsulada,

Que siempre te despierte al dormir,

No como un sueño de dulces y helados, sino como prenda ensangrentada.

 

Sé que los demás esperarían metáforas. Palabras distintas. Comparaciones y analogías.

Pero que puedo decir. Estoy siendo sincero cuando dije…

Que sólo escribiría lo que me sale de allí.

Si me salen flores, alabanzas. Si parten mariposas y amaneceres, pues, los dibujo aquí.

Pero es noche, no hay rojos anaranjados y amarillos. No hay locuras contigo.

Hay decepción, sequedad en mi boca. Hay mucha tristeza… Parezco de menos estatura.

Parezco una sombra sin dueño, parezco rey de ese mundo tan apartado… tan lleno de gris.

 

Bueno. Dejemos aún lado los horrores, de ver mis entrañas ennegrecidas

De la misma forma en que me dejé de delicadezas para escribir este reclamo.

Dejemos a un lado tú mano que siempre buscaba la mía

Dejemos de estar hablando como si fuera el último día.

Es el último, lo sé, pero de la oportunidad de verme

Pues al final ya sabes que tienes a otro demente, buscándote, llamándote,

Caminando a tu lado pero como tú caballero oficialmente.

 

Qué destino le vendrá al idiota de turno.

Aunque no sé qué pensar en quien es más bruto

En aquel que no sabe nada, del insensato infortunio

O del animal silvestre que roba gallinas en lo oscuro

El que come a escondidas y oculto

El que prueba de todo, pero nada es de su culto

El que no aparece en las fotos, aquel que no te toma las dos manos.

 

Ahora soy animal más fuerte, acorazado y absoluto

Soy como el último tornado, como el aparecido difunto

Que se supone que ya no existe, pero aún escala los muros.

Para ver dormir a los demás y perderse en lo profundo.

Ya no digo más. Ya estoy perdido de ti. La última vez que me miraste estaba absorbido.

Estaba en otro lugar, estaba corriendo lejos de ti.


Imagínate

Imagina que ya estoy frente a ti. Imagina que no es la total realidad.

Imagina que ya es la gloria. Imagina con seriedad.

Cierra los ojos e imagina, que tu mano encontró calor en la mía.

Imagina que ya desde el amanecer hasta el mediodía, somos tú y yo los únicos en el cielo.

Supón que ya el tiempo se acortó, aquel que un momento nos separaba.

Supón que la miseria ya está acortada porque tu espera llegó a su fin.

Y en este inmenso momento todavía no crees que sea yo

La figura que está frente a ti.

La llama que habías tratado de encender.

La inmensa represa de sentimientos, que hasta ayer habías de contener.

 

 

Yo te imaginaba también en presente, pasado y futuro.

Yo soy aquel que sonreía, cuando tú mirabas a lo profundo…

unos ojos en el fondo del horizonte  como queriéndote poseer.

Yo soy aquel suspiro

Que brotaba muchas veces de ti

Que salía, daba vueltas y se perdía.

Era tu recuerdo de mí.

 

 

Ya sé que para ti es fácil imaginar.

Y el único problema es que ahora, cierres los ojos, y puedas admirar.

Que para mí el presente es ahora

Contigo, mirándote, y haciéndote soñar.

Y después, seas mi poema llegar.

 

 

¿Cómo hago para explicarte, de forma clara y sencilla?

Qué así como tú no has conocido el amor.

No está sola en esta rareza

Que quien escribe, es espejo de ti.

Porque soy como tú, pequeña princesa.

Yo no he visto más doncellas, que las que corren por allí,

Solas, acompañadas, intensas,

Pero no al lado de este arlequín.

Mi alma ha estado acompañada

sólo por lindas serpientes

Qué sólo buscan pasión y en sus dientes

Escurren veneno e instintos, junto con la muerte silente.

 

 

¿Qué tú no has tenido tan siquiera un amor?

Pues eso para mí no es nada raro.

Yo precisamente he andado

En las mismas circunstancias.

Yo he estado sólo, aunque no lo creas

Por eso me siento muy cerca de ti.

Te comprendo y a la vez, me aferro a tus mejillas de colibrí.

 

 

Por eso para mí eres un ser que requiere especial atención.

Eres un angelito. No tienes nada que ver con los mortales

Pero como verás, yo tampoco soy común.

Somos iguales como las gotas en las tempestades

Bueno. No somos gemelos: Somos parecidos y eso es lo que celebro.

 

 

Imagina que la espera terminó. Imagina que siento lo mismo que tú.

Pero yo sé que nadie confirma nada.

Y eso es lo delicioso de que te imagines venir

Y yo, embelesado como estoy. Tan empeñado en ti.

No reservo. No abandono, sólo siento tu caminar hacia mí.

Un millón de veces lo supongo.

Un millón más uno creyendo en ti.

Apostando todos los riesgos a que todos nos vean juntos.

Y arriesgando que nada de esto exista. Que tú no imagines nada de mí.

 

 

Pero yo lo aseguro todo. Y tú estás cruzando también los dedos

De que la incertidumbre desaparezca. Que la suposición que tengas sea cierta.

Sigue haciendo eso en tus pequeñas manos, porque los sueños se hacen realidad

Y esas manos se colgarán pronto de las mías

Dando certeza a la paz.

 

 

Ahora, en este momento, mantén la mente en blanco.

No supongas, no imagines, No sientes nada llegar.

Te sugiero que reposes tu mente, porque la lluvia va a llegar

Se mojará la tinta, el papel se arrugará.

Las nubes ocultarán el color del cielo.

Cierra los ojos, quédate tranquilita. Deja que todo pasará.

Después de la tormenta llegaré yo, te libraré del encierro que cumples obligada.

Seré yo quien te lleve al cielo, bella paloma iluminada

Y alzarás el vuelo llevándome junto contigo.

 

 


Diario de Sensaciones Parte 4

Muchacho X

 

            ¿Ahora qué hago con este enredo? Estoy Casado con Z. Me digo a mi mismo que estoy aburrido de ella, que no la quiero. ¿Pero por qué no la dejo? ¿Porque simplemente voy y hablo con Y para que ella escuche lo ha querido escuchar desde hace seis años? Ojalá las cosas fueran así de sencillas como las imagina uno. Podría jurar que quiero mucho a Y, pero hay algo que me une a Z. ¿Será costumbre? ¿Será Amor? Pero el amor verdadero no se puede compartir. Si hubiera sabido que me iba a encontrar con este dilema, no hubiera compartido mi vida con las dos. Bueno, al principio eso no era un problema. Porque Y era sólo un escape de la rutina que me estaba volviendo loco. Era un renacer de las emociones deliciosas que se siente cuando uno está enamorado. Era despertar… o mejor dicho renacer y palpar toda una gama de emociones que por ser frescas le devuelven a uno la juventud. Me sentía como adolescente, como niño… como extasiado con la vida, porque esta parecía nueva, vibrante, alucinante. Y me revivió.

             Pero el problema es que no se trata de una nueva opción y tomar la decisión de desechar lo viejo y estar con una nueva mujer. Porque si fuera así… ya lo hubiera hecho. Ya hubiera decidido abandonar a Z y casarme con Y. Y estoy pensando en este momento que no quiero a nadie. Porque… Le miento a Z y no me termino de comprometer seriamente con Y. Y siento miles de cosas, pero la mayoría de ellas no son positivas… no son agradables.

 

 


Diario de Sensaciones Parte 3

Muchacha Y

 

            Parece un príncipe cuando va vestido formalmente, y cuando habla a la audiencia, pareciera como un político, pero uno buena gente. Me adormece para soñar cuando habla tan concentrado en los temas que domina. Me hace delirar, y no estoy hablando de lo que sucede cuando habla conmigo. Si eso sucediera, estuviera muda y paralizada por cinco minutos. Tendría que esperar otros diez para reponerme de la vergüenza de lo que pensaría de mí si yo hiciera tal escena. Es tan poco cuando lo escucho hablar, y me pierdo muchas veces, entre el imaginarme caminando junto a él como novios (tomados de la mano) y detallar cada partícula de su rostro, como si hubieran separado para que alguien los armara como rompecabezas. Quisiera tener el poder para estirar el tiempo… estirarlo como el pequeño sueldo que me dan en la fábrica. Alargar ese tiempo como cuando alargo el momento en que debo levantarme para ir a trabajar; el despertador suena a las 5:00 am y yo tengo la libertad y la capacidad de pararme de la cama 15 minutos. Parecerán poco el tiempo e insignificante la gracia. Pero la libertad y el poquito rato que tengo de más para dormir es algo maravilloso. Así de maravilloso es apenas imaginarme que puedo controlar el tiempo para escucharlo… para verlo.


Diario de Sensaciones Parte 2

Muchacho R

 

            La pregunta no es si de verdad me gusta, sino de qué tanto le gusto yo a ella. Se pone tan nerviosa cuando me acerco a hablar con ella. Aunque es la primera mujer que no se delata con las miradas, esa llamada y el mensaje de la otra vez no son algo casual. Eso no lo hacen los amigos. ¡Pero qué piel tan suave debe tener! Bueno eso es lo que presumo con lo que veo. Si, es bella como muy pocas mujeres lo son. Pero lo particular en esta cosita bella es su actitud. Esa sencillez… Esa naturalidad. Parece una niña. Inocente, pura. A lo mejor por eso es que me siento como adolescente, cuando la veo. Y cuando pienso en ella…. Me siento como si fuera a vivir eternamente.  Y entonces las incertidumbres desaparecen. Las preocupaciones también. Porque ya el tiempo no es mi enemigo y luego lo que no tuve ayer lo obtendré hoy. No importa nada. Nada me preocupa. Enfrento todo con optimismo y con pasión porque la vida es un animal que hay que domar, y el destino es una mujer que hay que conquistar.

 

            Bueno pero hablando de cosas prácticas, yo tengo que ser precavido. Tengo que dejar a un lado las ilusiones que no encuentran eco. Las palabras que no vinculan celos. Tengo que actuar como roedor, como gacela precavida, como ave en las serranías, que mira para los lados cuando baja del árbol…. ¡Epa!      Se supone que debía escribir sobre cosas más terrenales, prácticas y tangibles. Sin embargo, esto último puede servir para el Volumen 5.

 

            Bueno, en cuanto a lo que aprendí. Se gana más con la dependencia de los demás hacia ti que con la que uno construye en base a los demás. Entonces, tengo que adiestrar a mis instintos y a mi razón para que mi perfil no sobresalga de la muchedumbre. Tengo que ser discreto, sereno, tranquilo. La sinceridad es un suicidio en estos asuntos. Decir todo lo que siento en un primer momento es el único comportamiento honesto que lo hace ver a uno desagradable o por lo menos, poco atractivo.

 

            Y para completar… esos ojitos. ¿De qué color serán? Bueno, es cuestión de tiempo saberlo. Y esos labios. Me colgaría de ellos como los intelectuales a los libros. Como los músicos a sus instrumentos. Como las ardillas a las ramas… Como los malandros a…. ¡Hay!  ¡¿Qué estoy diciendo?!

 

            Pero no me siento grande con todo esto. No hay nada seguro. Si fuera así entonces ya hubiera perdido todo el interés por ella. Y más bien mi atracción se agranda cuando son más los días en que no he tenido la oportunidad de hablarle. Así se aclararán todas mis dudas, aunque son tan deliciosas como el chocolate del Brownie. Creo que si los seres humanos pudiéramos adivinar el futuro, toda la magia y la dulzura de los momentos previos a decidir hacer pareja, se acabarían como los fuegos artificiales en enero. Por eso no creo en los adivinos de oficio,  los que echan las cartas y leen los signos del zodíaco en las mañanas. Estas personas serían entonces vacías de energía, expectativas e incertidumbre. Y por lo tanto, llenos de aburrimiento y de días grises y atardeceres en blanco y negro. Esto no cuadra con todos los consejos que dan para ser feliz. Como no cuadra ver un malandro con aparatos dentales. 

 

 

 


Diario de Sensaciones Parte 1

                                                             Muchacha Z


No se qué pasa con ese hombre. A lo mejor lo idealizaba demasiado. Puede que equivocadamente creía que me iba a corresponder. Por eso me siento tan frustrada. Pero esa mirada suya la primera vez me deja todavía pensando. Ese rostro con las cejas en alto no fue porque le parecí fea. Creo que me estoy volviendo loca pero todavía hoy podría jurar que él estaba interesado en  mí. Ahora la vergüenza también me acecha en este día. Vuelven a  mi mente los recuerdos de cómo me comportaba cerca de él. Especialmente cómo lo miraba. ¡Hay Dios mío! Debió darse cuenta del ridículo que hice. Es claro que notó como lo miraba. Debí parecer una idiota, embelesada viendo sus ojos y sus labios. A veces me imaginaba que lo tenía cerca, muy cerca de mí y lo abrazaba fuertemente, para después separame un poco de su pecho y así poder ver la expresión en su cara. Una expresión de gusto, de alegría por saber que me gusta, así como yo le gusto a él. ¡Ay  pero qué estoy diciendo! ¡Por favor, deja de decir estupideces! ¡Ya te diste cuenta de que no le gustas! ¡No ganas nada con soñar, sobre todo ahora! Ya no hay más nada que buscar… y esperar.

 

            Pero… es delicioso sentir como mi mente comienza a fabricar fantasías de R casi tan fácilmente como si un ángel me dictara qué decir, qué hacer… A veces pienso que si mis pensamientos sobre él se hacen más profundos y vívidos, entonces el sueño se convertirá en realidad. Mmmm… De verdad que no me había sentido así como ahora. A lo mejor esto sí es enamoramiento. Y todo lo demás eran creencias falsas. Me siento como una niña, porque en aquellos días mi mente era libre y alejada de todo pensamiento de negatividad, preocupación o amargura. Toda la vida de una persona debería ser así, como si no se pudiera distinguir entre la realidad y los sueños.  Quiero vivir un sueño con él. Quiero sentirme amada, mimada. Quiero poder contar con él para que me proteja, para que me consienta, para que me tome de la mano y me lleve a mundos de romance a pasión… a locura.

 

            Su mirada gentil y su porte de caballero, fuerte y varonil son una mezcla potente que atrapó mis sentidos desde el primer día en que lo vi. Supe entonces que era para mí. Pero mi seguridad de encontrar a alguien adecuado se contrasta con mi incapacidad para controlar mis nervios cuando lo tengo cerca. Ojalá pudiera absorber parte de su semblante dominante para poder ahogar esa niña torpe y tímida que sale de mí de vez en cuando.

 

            Mis pensamientos en el día se resumen a ilusionarme por pensar en R y en culparme y odiarme por no dejar de tenerlo en mi mente. Quiero quitarme su rostro de la cabeza porque no quiero estrellarme con la realidad. No quiero frustrarme. No quiero sufrir. ¿Será que esta terquedad que brota desde el fondo de mi cabeza es una señal de esperanza?

            Mis amigas me piden que sea positiva, que cambie de actitud. Algunas veces esto es fácil cuando el tiempo se me va tan rápido y yo apenas dándome cuenta de que pienso en él nuevamente. Y sobre todo, termino preguntándome en qué momento comencé a hacer esto. La próxima vez que me encuentre frente a esas viejas que buscan la fuente de la juventud, les diré que no compren más cremas “anti edad” ni se hagan cirugías para estirarse la cara. Les diré “Mire señora ¿Por qué no se enamora?”

            ¿Porque con X no me siento así? No me tengo que quejar del papel que hace de padre de mi hija. Pero ¿Por qué esa sensación de desvanecimiento sabroso que tenía por él se acabó?

 

 

 


Yo Declaro Parte 2

          Declaro que experimenté muchos problemas familiares, claro, que no exactamente a los tuyos, pero sé lo que tú sentiste cuando los tuviste.

 

            Declaro que veo en tus ojos toda la juventud que desborda todo lo que no puede contener los ojos de las demás muchachas de tu edad. Y esto se debe a que no has experimentado tantas cosas que dañan el espíritu con malsanas costumbres y ennegrecidos pensamientos. Por eso te ves tan joven, tierna y dulce, más de lo que tienen y quisieran las demás mujeres.

 

            Eres tan privilegiada porque posees una belleza que me deja pensando por mucho tiempo, debido a que trato de hacer memoria de dónde he visto algo similar, pero hasta ahora no lo he logrado. Y privilegiada eres también porque parece que no te das cuenta de todos los regalos que te dio la madre naturaleza. Ignorante de tu esplendor, recatada en todo momento, me motivas a concentrarme en las cosas positivas y no en lo malo que hay en la vida. Lo único bueno de que no estés conmigo en este momento, es que no puedes ver la cara de idiota que pongo cuando pienso en ti y que seguramente se pondrá peor cuando te vea en persona. Sufro una especie de transformación de león hambriento, en un tierno gatico, el cual imagino que tomas entre tus brazos y me abrazas fuertemente.

 

            Declaro que antes me moría por verte. Pero ahora todo lo que me domina en este momento es la paz, la quietud y la tranquilidad. Porque sé con toda seguridad que tarde o temprano estaremos juntos. Tarde o temprano llegará la hora en que tengas que decidir y confío plenamente en que vendrás a mí a abrazarme, y yo te daré el primer beso. Un acontecimiento que nunca olvidarás, por ser el primero, pero también por ser el más bonito. Ni siquiera tengo que hablar de paciencia, porque lo que con seguridad se busca y se espera no representa ningún esfuerzo, y la paciencia es mantener un esfuerzo por tolerar un tiempo que pasa tan lentamente.

 

            Declaro que estoy muy agradecido y espero que el destino me castigue si es que acaso no he sido lo suficientemente agradecido por habernos conocido. Es única la sensación de compartir con alguien tan maravilloso, tomando en cuenta lo que sería de nosotros dos si la vida transcurriera sin conocernos. Me atrevo a afirmar que no fue casualidad nuestro encuentro, sino que la vida es justa y se empeñó en acercarnos porque nos necesitábamos para que nuestro futuro fuera mejor.

 

 


Yo Declaro Parte 1

     Declaro que usted es la persona que más domina mis pensamientos, hasta el punto de que pienso muchas veces que no puedo estar en control de mí mismo como debería, aunque también creo que sí llegara a controlarme todo el tiempo, extrañaría el poder que ejerces en mí.

 

            Declaro que lo que me atrae es lo especial, porque no se ve todos los días, por lo novedoso, por lo raro, por lo llamativo. Pero tú eres más que todas estas cosas. Tú haces brotar en mí, más sensaciones ricas que las que podía sentir cuando experimentaba cosas novedosas, raras o llamativas, porque sencillamente tú no eres una cosa, eres una princesa mágica. Mágica porque algún poder especial debes tener que haces que mi mente tenga una creatividad tan poderosa, que no termino de sorprenderme por las cosas que hago y que escribo. Tanto me sorprendo, que hasta el miedo llega a alcanzarme, después de una de esas jornadas nocturnas de creatividad.

 

            Declaro lo que antes no te había dicho, no lo que no quería que supieras, sino lo que yo apenas también he descubierto: Declaro que no termino de maravillarme por el parecido entre tu vida actual y la que caracterizaba a la mía algún tiempo atrás. Declaro que siento un escalofrío bueno en mi cuerpo cada vez que tengo presente el hecho de que en algún momento de mi vida estuve sólo, sin poder disfrutar de mi primer amor mientras que las demás personas a esa misma edad ya  habían tenido muchas parejas, igual a lo que te sucede ahora a ti.


lunes, 6 de julio de 2020

DESCRIPCIÓN Y DISTRACCIÓN

                  Quieres que te explique qué me atrae de ti. Quieres que resuma en dos segundos la historia de la humanidad. La fragancia de mil orquídeas, la eterna amenaza de la noche. Apagadas las luces, se enciende entonces la iluminada pasión de tus sentimientos.

              Y entonces, eres tú, princesa, La ilustración que cambia mi mente de edad media a renacimiento. Eres tú, mi consentida. Alma acobijada en mis nostalgias. ¿Quién se rehúsa a mirar a otro lado?, Distinto es, el punto en donde estoy parado. Mírame y me secuestras, Deja que te mire y te haré eterna. Déjame por un ratico observarte, aunque sea sin compromiso de quedarme con tu recuerdo.

            Hoy se supone que debía escribir un discurso. Debía trabajar para hacer que mi dinero rindiera más. Pero tú me faltas… hace tanto tiempo. Que mis palabras jaladas se transforman en recuerdos. Letras anilladas por tus dedos. Se convierten en gigantes… y muertos.

 Oraciones de amor… Y de destierro.

Pena de muerte y de cortejos.

 De marchas de soldados y aventureros. Mineros y Vigilantes que acuden a tu encuentro.

 Poema de treinta céntimos que hago en dos tercios. Declaratoria de amor que me hacen opuesto.

 El discurso me saldrá travieso. Son las once y creo que habrá tiempo. Para escribir memorias del desencuentro. Dedicadas a los graduados que no lamento. Mientras tanto, me fijo en tu rostro… Tú carita. Tú señuelo.

 Cuatro páginas de líneas que bailan a tu ritmo y que al final caerán en tus manos, llenas de dulzor, picor. Melao en tus labios. Ajíes que son como tú, que ardes en mi piel pero lo resisto como masoquista.